La Plaza, centro de poder
“La Catedral de Lima, La Iglesia del Sagrario, el Palacio Arzobispal de Lima y el Cabildo testimonian el sello del trazo hispánico. Su Plaza Mayor ocupó una definida posición central en la traza agrupando en sí misma y en sus lados todas las actividades principales y las propiedades de los vecinos más caracterizados. Con lo cual la Plaza Mayor, desde su concepción fundacional, se preparó para ser la composición espacial y monumental más notable de la ciudad“. Nicolini(2005) “La ciudad hispanoamericana, medieval, renacentista y americana“. Pag 1088.


Según lo dicho por Nicolini, los edificios nombrados son ejemplos clave de cómo la arquitectura y el urbanismo en Lima fueron profundamente marcados por la influencia del trazado urbano hispánico. Estos edificios no solo cumplen funciones religiosas, administrativas y políticas, sino que además dan testimonio del modelo de ciudad colonial implantado por la Corona española en América. Todos ellos se emplazan en torno a la Plaza Mayor, espacio que fue pensado desde el momento mismo de la fundación como el corazón estructural, simbólico y funcional de la ciudad.
La Plaza Mayor fue diseñada con una ubicación estratégica y central dentro del damero urbano, convirtiéndose en el eje a partir del cual se organizaba el resto del asentamiento. Este espacio no solo concentró los principales edificios del poder civil y eclesiástico, sino también atrajo las propiedades de los vecinos más destacados de la sociedad limeña, quienes se ubicaban en sus alrededores para mantener proximidad con los centros de decisión.
