Lima, Ciudad de los Reyes
"Pizarro escoge, como lugar más apropiado para la ciudad, un lugar cerca de la costa, no lejos del santuario de Pachacamac, cerca del río Rímac. Con todo, al igual que había sucedido con la región, en un principio llamada Nueva Castilla y después Perú, la Ciudad de Los Reyes perdería pronto su nombre en favor de Lima. La densa red de asentamientos indígenas, suficientemente articulada, había impedido la fundación de ciudades en el Perú a mayor escala. Las dificultades climáticas, el fraccionamiento político de la población y otros complejos condicionamientos geográficos habían hecho el resto. El plano de la nueva ciudad, trazado en pergaminos, por orden de Pizarro, por Nicolás de Ribera el Viejo, Diego de Agüero y Francisco Quintero, se centra en un tejido de malla cuadrada, rigurosamente geométrica y susceptible de ampliarse en cualquier dirección. Su núcleo central parte de una plaza central porticada en sus tres lados, destinada a locales en las plantas bajas, de la que nacerán ocho manzanas dispuestas a la ampliación de la ciudad. La asignación de las parcelas y tierras, sancionadas por una concesión de Carlos V (1539) se realizará conforme a un rígido criterio de equilibrio y jerarquía". Sanz Camanes(2004), "Las ciudades en la america hispanica siglos xv al xiii" pag 141,142.
La ciudad de Lima fue fundada el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro bajo el nombre de "Ciudad de los Reyes", constituyéndose como capital del Virreinato del Perú. Desde sus inicios, se consolidó como el principal centro político, económico, religioso y cultural de Sudamérica durante el periodo colonial. En el siglo XVI, fue diseñada conforme al modelo urbano español, con una traza en damero y una ubicación estratégica próxima al puerto del Callao.
La elección de Lima como capital del Virreinato del Perú fue el resultado de una combinación de factores estratégicos, políticos, geográficos y administrativos que la convirtieron en el lugar ideal para consolidar el dominio español en Sudamérica.
Su ubicación en la costa central del Pacífico, permitía una conexión directa con el comercio marítimo del Pacífico, facilitando la comunicación fluida con Panamá, México y España, integrando las redes comerciales y marítimas del imperio.

Fundación de Lima. Óleo sobre tela de José Effio (1845-1920)

Esta conexión fue fundamental haciendo de Lima un eje clave en la economía colonial.A diferencia de ciudades como Cuzco, antigua capital del Imperio Inca y foco de resistencia indígena, Lima ofrecía mayor seguridad para los intereses españoles. Su localización en una zona costeña y relativamente apartada de los principales focos de rebelión indígena proporcionaba un entorno más estable para establecer las instituciones coloniales.
Además, el clima templado y la topografía llana del valle del río Rímac favorecieron el desarrollo urbano y agrícola, facilitando tanto la construcción de infraestructuras como el abastecimiento de la ciudad. Esta combinación de condiciones naturales y seguridad política hizo de Lima un lugar propicio para instalar los principales organismos del poder colonial: el virreinato, la Real Audiencia , el Arzobispado de Lima , y la Universidad de San Marcos.En conjunto, estos elementos consolidaron a Lima como el centro político, administrativo, religioso y económico más importante del virreinato.
Ubicación de Lima, tránsito transoceánico a España